Según el último reporte publicado por el Ministerio de Energía y Minas, la producción total de energía eléctrica registrada a nivel nacional en el primer mes del 2023 tuvo un incremento del 3,9% respecto a enero de 2022. Ante este indicador, resulta relevante que más empresas se sumen y marquen la diferencia al adoptar prácticas que reduzcan el consumo de este recurso, fomentando así el cuidado del planeta.
Por ello, en el marco del Día Mundial del Ahorro de Energía, Ransa, alineada a su modelo de sostenibilidad ‘Ransa Te Cuida’, mediante el cual lleva bienestar a sus colaboradores, clientes, comunidades y el entorno, comparte cuatro iniciativas responsables que pueden implementar las empresas para reducir el consumo de energía.
- Crea conciencia en los colaboradores: las organizaciones pueden capacitar e implementar campañas de comunicación para inspirar un cambio significativo en sus comportamientos al adoptar buenas prácticas que contribuyan con la reducción del consumo eléctrico. Entre ellas, mantener apagadas las luces de los espacios de trabajo que no utilizan, hacer un buen uso de los equipos, así como otras acciones.
- Usa equipos ecoamigables: optar por maquinaria e innovaciones ecoamigables y realizar el correcto mantenimiento de las mismas ayudará a generar una eficiencia energética en las distintas áreas de la empresa. A largo plazo se traducirá en ahorro en costos. Además, es importante que el personal especializado se asegure de que los sistemas de iluminación y calefacción estén funcionando correctamente.
- Emplea luces LED: las bombillas tradicionales consumen mucha luz, provocando que se incremente el gasto por este servicio. Por ello, las empresas pueden optar por las luces LED que utilizan 2.5 veces menos que los focos de bajo consumo y 8.9 veces menos que los incandescentes.
- Adopta el uso de energías renovables: las compañías pueden implementar sistemas de energía renovable en sus instalaciones para optimizar el uso de la electricidad. Por ejemplo, Ransa instaló más de 2,500 paneles solares en los almacenes de El Salvador. Mediante esta alternativa moderna, además de lograr un ahorro en la facturación de la compañía, del 45% del consumo anual, tiene un impacto positivo en el medioambiente.
Estas recomendaciones ofrecen un sólido punto de partida para que las empresas avancen hacia un uso más responsable de la energía. Por ello, la adopción de estas prácticas no solo resulta una reducción de costos significativa, sino que también contribuyen a un entorno empresarial más sostenible.